Las
técnicas de intervención psicológica comprenden un conjunto heterogéneo de métodos
y sistemas estructurados. Su finalidad es conseguir los objetivos marcados en
el tratamiento y como fin último la superación del problema motivo de
intervención psicológica.
Las
diferentes técnicas de Modificación de Conducta se basan en el denominado
Modelo Conductual. Dicho modelo surgió como una reacción y renovación de los
postulados psicológicos vigentes a principios del siglo XX. En esos momentos el
objeto de estudio predominante de la psicología era la mente o la conciencia y
su contenido, siendo la introspección su método. El psicoanálisis freudiano
contemplaba la existencia de muchos elementos inobservables tales como el
inconsciente, los conflictos intrapsíquicos, etc. y surgía la necesidad de
cambiar estos conceptos por otros más acordes con las nuevas tendencias, que
apostaban por desplazar a la mente cómo objeto de estudio a favor de la
conducta, y la introspección cómo método por el utilizado en la ciencia
experimental.
La
Psicología, por fin, podía constituirse en una disciplina experimental donde su
objeto de estudio, la conducta, podría ser cuantificada, observada
objetivamente y manipulada para producir igualmente cambios susceptibles de
verificación.
La
base teórica en la que se sustentan los diferentes enfoques del modelo
conductual, se remontan a los estudios pioneros (a principios s.XX) de la
escuela rusa a través de autores tan relevantes como Paulov (Condicionamiento
Clásico), Sechenov o Betcherev (Reflejos) o de psicólogos experimentales como
Watson o Thorndike. Sus trabajos comprendían rigurosos estudios de experimentación
animal con los que intentaban llegar a encontrar las bases científicas para
poder explicar la conducta humana.
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